CENTRO DE REFERENCIA EN CÁNCER, COORDINADO POR EL DOCTOR RAFAEL ALCALÁ

PINO ALBEROLA

Cuando a Caridad Prieto le diagnosticaron un tumor de 23 centímetros en el fémur pensó que no viviría ni unos meses para contarlo. Sin embargo, desde hace 14 años, cada Navidad, Caridad lleva una caja de vino al equipo médico de la Unidad de Tumores Musculoesqueléticos del Hospital de Sant Joan. Es su sencilla manera de agradecer a estos facultativos “que me salvaran la vida“.

Esta unidad, de referencia en toda la provincia de Alicante y centro de segunda opinión en la Comunidad Valenciana, atiende cada año a cerca de cien enfermos de cáncer en huesos o músculos. Casos en los que la detección precoz juega “un papel fundamental”, explica Rafael Alcalá-Santaella, coordinador de esta unidad.

“Un diagnóstico incorrecto o una biopsia mal hecha puede desembocar en una amputación para el paciente“.

Por eso el doctor Alcalá-Santaella insiste en la importancia de que “a nivel de Atención Primaria se haga una detección precoz de estos casos y se deriven a unidades especializadas como la nuestra, en la que colaboran oncólogos, radiólogos, especialistas en medicina nuclear…”.

La Unidad de Tumores Musculoesqueléticos atiende cada año a un centenar de pacientes, muchos de ellos niños y adolescentes

Y es que la complejidad de las operaciones a las que se enfrentan estos médicos les hace estar constantemente reciclándose y en contacto con hospitales de todo el mundo para conocer las últimas técnicas. “Son cirugías complejas porque el tumor puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, por lo que tienes que controlar todas las localizaciones, desde la cadera, a la rodilla o un brazo…. Son intervenciones que duran muchas horas y en las que debes quitar huesos, músculos, respetar vasos sanguíneos….”. Por eso, Rafael Alcalá-Santaella no duda en calificar a los pacientes que acuden a su unidad como “sufridores natos”.

Enfermos que se tienen que enfrentar “primero al impacto que te causa la noticia de saber que tienes un cáncer, después a la quimioterapia y a varias operaciones, seguidas de un largo proceso de rehabilitación”.

Lo sabe Jorge Alix, a quien con sólo 11 años, y después de numerosas visitas a diferentes médicos, le detectaron un tumor maligno en el fémur, por lo que fue derivado a la Unidad del Hospital de Sant Joan. A Jorge, que fue operado hace dos años, se le implantó una novedosa “prótesis de crecimiento” en una intervención pionera en la Comunidad. Esta prótesis, explica Alcalá-Santaella, “permitirá que la rodilla sustituida crezca de manera artificial e indolora al mismo ritmo de crecimiento que la pierna sana”.

Para encontrar la prótesis, el equipo médico del Hospital de Sant Joan tuvo que ponerse en contacto con un centro médico de Inglaterra. “Otras veces vamos a buscarlas a EE UU o Italia. Los modelos de prótesis cambian constantemente y hay que estar al día”. Esta evolución, y la mejora en los tratamientos de radioterapia y quimioterapia, “ha permitido que se puedan salvar casos que antes derivaban necesariamente en una amputación”.

Transcurrido este tiempo, Jorge es un niño que lleva una vida prácticamente normal aunque no puede olvidar, mientras contempla sus radiografías, todo lo que ha pasado durante este tiempo, “sobre todo el momento de recibir la noticia”. En el caso de Caridad Pietro, el equipo médico del Hospital de Sant Joan le realizó un injerto “procedente de un banco de huesos que funciona mediante donaciones, igual que se hace con otros órganos como el corazón o el hígado”.

La Unidad de Tumores Musculoesqueléticos atiende sobre todo “casos de tumores en zonas blandas, sobre todo en músculos, donde el diagnóstico es más complejo porque las radiografías no sirven”. Los tumores en los huesos “suelen ser más frecuentes en niños y adolescentes y en la mayoría de los casos tienen que ir acompañados de un tratamiento de quimioterapia o radioterapia”.

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